Si la pena tuviese nombre de mujer se llamaría, sin lugar a dudas, Begoña. Hoy he contemplado un sueño viejo que se está muriendo poco a poco, y quiero estar lo más lejos posible cuando exhale su último suspiro, porque sé que con él se llevará por delante la felicidad de quien esté cerca, y no le importará lo más mínimo porque hace mucho tiempo que su corazón se murió de miedo, y sin corazón no puedes sentir amor por los demás ni por ti mismo.
LOS MONSTRUOS NO SIEMPRE LO PARECEN
ES CUANDO SE QUITAN SU MÁSCARA
QUE PUEDES CONTEMPLAR EN TODO SU ESPLENDOR
EL HORROR DE LOS ACTOS QUE PUEDEN LLEGAR A COMETER.