He viajado a mundos hechos de sueños donde había mujeres hechas de gloria. Nunca me quedé a vivir en la alegría de sus labios, en la belleza de sus caderas perfectas hechas de deseo infinito, pero cuando te encontré a ti, mi Irina. La belleza se hizo deseo, y el deseo amor, y ya nunca quise conocer otros mundos u otras mujeres porque todos los mundos son el tuyo y todas las mujeres están en ti.
(Te encontré y mi vida cobró sentido)
No hay comentarios:
Publicar un comentario