Doy gracias al cielo por tener principios, por cultivar la educación en cada momento, por pensar antes de hablar, y por no usar las palabras para herir de forma indiscriminada. Yo que siempre intenté que aprendiesen modales me he ido tal como las encontré, como una vez, dijo uno de sus maridos: siendo un monumento a la vulgaridad y un homenaje a la mediocridad. Con lo poquito que cuesta ser educada y tener buenos modales, pero es complicado hacérselo entender a personas que han vivido en los arrabales de la necedad, y ahora solo conocen esa verdad. Mientras estén lejos de mi vida que paseen su insolencia, sus malas maneras y su grosería por el mundo y se la regalen a quienes la sepan apreciar, yo sintiéndolo mucho me bajo en esta estación, que ya bastantes injurias ha soportado mi corazón.
Y prefiero que me llamen gentuza, incluso hijo de puta, siempre y cuando se mantengan lejos de mi vida. Que les regalen los oídos a otros, que bastante me los han regalado a mí. Solo les deseo lo mejor, porque con esa actitud y esa poca educación, de verdad, que lo van a necesitar para vivir.
Va por todos los seres humanos, y otros no tan humanos, que han tenido a bien regalarme sus insultos y sus malos modales, para todos ellos mi más sentido pésame.
Y prefiero que me llamen gentuza, incluso hijo de puta, siempre y cuando se mantengan lejos de mi vida. Que les regalen los oídos a otros, que bastante me los han regalado a mí. Solo les deseo lo mejor, porque con esa actitud y esa poca educación, de verdad, que lo van a necesitar para vivir.
Va por todos los seres humanos, y otros no tan humanos, que han tenido a bien regalarme sus insultos y sus malos modales, para todos ellos mi más sentido pésame.
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