He vivido en corazones hechos de sueños donde la alegría se había quedado a vivir. He viajado a amores sinceros donde el tiempo te acariciaba al pasar. He perdido la vida por mujeres a las que no merecía la pena besar, y una vez conocí una dama, que me robó hasta la capacidad de soñar. He derramado lágrimas tan tristes que estaban hechas de escuálida soledad. Ahora que vivo de prestado en preciosos deseos hechos de pura felicidad, cuando miro al pasado, ya no quiero llorar, y los recuerdos tan solo son pesadillas de una cruel realidad.
Esto es un homenaje a una mujer, cuyo nombre sí importa, que viajó a las mismas entrañas del infierno a salvar mi corazón, y tras mil batallas, regreso con la victoria en su rostro y mi corazón en sus manos. Por sus besos hechos de noches eternas y rayos de sol, por todas sus palabras que están hechas de amor.
Vivirás en la distancia, pero tu alma ha viajado hasta mí tantas veces y ha luchado por mí, hasta la extenuación, en otras tantas ocasiones, que todo el amor que poseo es el pago eterno por una devoción que me visita cada noche y me hace feliz cada día.
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