miércoles, 13 de agosto de 2014

No hay noche sin día ni amor sin alegría. No hay besos sin deseo ni lágrimas sin tristeza. No hay cordura sin una pizca de locura, ni dulzura que quite el parco sabor de la amargura. Pero te miro y puede leer en tus labios que eres mi destino, y cuando me sonríes, sé que nunca abandonaré el camino que me lleva hasta ti; ni tu corazón que es mío y me lo diste sin pedirte nada, porque si, solo porque me amabas. Me lo regalaste junto a tu amor y una frase que me erizó el corazón: "Cuídalo, es tuyo, de nadie más, lo que hagas con él es lo que harás conmigo".

(No hay belleza más pura que la que mana de tu corazón, Irina)

No hay comentarios:

Publicar un comentario