Nunca he hecho daño a nadie, y si alguna vez lo hice no he sido consciente de ello, y me disculpo de corazón. Siempre he procurado regalar mi sonrisa y la bondad de mis actos a todos aquellos que me rodean. Pero para aquellas personas que intentan dañarme a sabiendas y con mala fe solo quiero dejarles muy claro una cosa: "El camino es muy largo y el destino incierto. Los enemigos que dejas a lo largo de tu vida pueden volver a ella en cualquier momento y regalarte el mismo dolor que tú has causado, así que procura caminar sin cometer demasiados pecados porque algún día alguien te los hará pagar todos juntos, y entonces podrás comprobar que el infierno no es un cuento de niños, el infierno existe en la tierra y soy yo, y esta noche he venido a por ti".
Para todas aquellas personas que piensan que sus actos no hay que justificarlos ante nadie, que usan las palabras para herir corazones, que se alimentan de la envidia y el odio, que viven otras vidas porque las suyas no tienen sentido, que se alegran de las desgracias ajenas, que su corazón es tan negro como las fauces del miedo, que lloran lágrimas de cocodrilo, que sus principios es no tener principios que hacen de la hipocresía su religión. A todas ellas donde quiera que estén: "Que os den por el culo a todas"".
Y si alguien se da por aludido de forma directa ya sabe donde estoy y sino lo sabe que me busque, soy muy asequible de encontrar. Es muy fácil hablar sin decir nada y tirar piedras sin que nadie te vea. Sonreír ante las personas y apuñalarlas por la espalda. Criticar por decir algo cuando nada se tiene que decir, y hacer culpables de nuestras desgracias a los demás cuando solo nosotros somos los responsables.
¡Aquí estoy y aquí me tenéis, os espero a todos los que se den por aludidos y os juro por Dios que no vais a ser bienvenidos!. ¡Si queréis guerra pues guerra será!. Cuando las palabras no bastan para darle la victoria a la razón entonces no queda otra que desenvainar la espada de la justicia y atravesar directamente el corazón de la estupidez. Cuando la fuerza es la única premisa que entienden los cobardes habrá que hacerles entender que esa no es la solución pero que no nos importa aplicarla si así se ataja de raíz el problema. Que no me importa sangrar si es por una causa justa y no me importa morir por mis principios.
¡Este soy yo para quien no me conozca o para quien me crea conocer!
ALEA JACTA EST
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