martes, 24 de junio de 2014
MI PRINCESA RUSA
Los días se deslizan entre palabras preciosas y promesas del este, entre sonrisas invisibles dibujadas en las pantallas de la necesidad, pero es tan dulce el paso del tiempo que incluso la distancia se hace cercanía y las horas son una égloga distendida a la alegría. Una oda hecha con palabras en cirílico que se escriben con el fuego de una pasión que ni el frío norte puede apagar. Era un vagabundo de amores perdidos que paseaban su soledad por los inmensos salones de la tristeza, un corazón hambriento de pasiones celestes que alimentaban mi alma con caricias hechas de sol. No esperaba nada, solo el paso suave de unos días que vivían atados a la melancolía. El tic tac del tiempo golpeando mi corazón como un martillo hecho de miedos en el yunque que era un amor inmortal. Me hice adicto a unos besos que ya nunca más quise probar, me emborrache de caricias que huyeron sin más, lloré en los brazos de mujeres que me querían besar, pero mi corazón solo vivía en la tristeza de la deslealtad. Y una tarde, cuando el sol besaba el ocaso, y la brisa se paseaba traviesa por los sueños perdidos el tiempo me llevó a tu mirada, y te miré, y no esperaba encontrar nada, solo unos hermosos ojos rasgados que endulzasen por unos momentos mi soledad. Te miré, y en tus pupilas con aroma a promesas encontré mi libertad, encontré el sabor a sueños que una vez me hizo soñar, y no pude apartar la mirada porque cuanto más te miraba mayor era del deseo de vivir en tus labios, de acariciar el perfil encantado de tus manos alegres, de besar el silencio que manaba de esa mirada y hacer el amor bajo el cielo de la alegre mañana. Te amé, te amo, bajo el cielo estrellado del norte, sobre el cielo azul que habita en el sur, en las nubes que traen tu nombre del este, en el viento cálido que viene del oeste a desnudar un cuerpo hecho de sueños. Dejé de ser vagabundo para vivir en tu mundo, dejé mi soledad para compartir dos corazones que solo son uno, para encontrar de nuevo el amor que como fuego vivo habita en tu interior.
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