Hay amores que se mueren en los brazos del silencio sin decir nada. Hay mujeres que sueñan con placeres orales que esquiven su soledad, que lloran momentos perdidos que ya no les hacen soñar, que cuando te miran sabes que viven atadas a las cadenas de la verdad. Yo quería besar un sueño y viajé por el mundo guardando mis besos. No quise besar a nadie porque todos mis besos tenían tú nombre grabado, besos que con el paso del tiempo nunca te he dado. No importa, encontré mujeres hermosas que lloraban pasiones olvidadas, que suplicaban caricias que huyeron hastiadas de prisas, mujeres que me pidieron mil besos porque no tenían quien las besará. No regalé ni uno solo de mis besos porque quería que todos fuesen tuyos, y cuando llegué a tus labios viví en ellos sin importar que fuesen de otros porque estaba tan ciego de amor que perdoné cosas imperdonables, que acepté premisas inaceptables, que viaje a corazones donde no había ningún corazón, y con el paso del tiempo comprendí que hay amores que no saben sufrir, que se esconden del miedo, miedo a vivir. Y no sé porque continué viviendo en tus días, sí que lo sé, porque te amaba, poco me importaba que tu belleza se diluyese en el estanque de la ira, que tus días fuesen cada vez más ásperos y oscuros, que otros hombres visitasen tu vida casi a diario, porque te amaba, y en mi alma solo eso contaba. Tenía que haberme marchado hace tanto tiempo que ya no recordase el último beso que escapó de tus labios y vivió en los míos, no quería irme, a pesar de que ya no estabas. Que triste es perder tus sueños porque la persona a la que amas nunca supo soñar. No me fui pero tú ya te habías ido, y me quedé en tu vida sin ti, esperando no sé el que, porque no había nada que esperar. Hasta que una mañana encontré a mi corazón muerto en tu casa y todos los besos que yacían en mis labios estaban tirados en la calle como vagabundos esparcidos por el dolor de este mundo. Y querías que me quedase contigo, y lloré porque no te necesitaba pero aún, a pesar de ser una mala persona, te amaba.
No pido nada porque nada necesito, solo quiero viajar acompañado de mi soledad hasta que este dolor que agita mi alma se haga recuerdo, hasta que mi corazón ya no vaya a diario de duelo, hasta que encuentre otros labios que si merezcan mis besos. Solo quiero eso y no volver a saber de ti jamás, he aprendido todo lo que me podías enseñar, y te juro que nunca volverás a hacerme llorar porque cada lágrima es una gota cristalina de amor que se muere y tú no mereces esa devoción. Creo que no pido demasiado porque merezco mucho más que unas lágrimas en el recuerdo y una traición en el olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario