domingo, 1 de junio de 2014

Algún día, cuando yo no esté, y el tiempo te traiga mis recuerdos, podrás decirle a tu hija, mientras la besas con ternura: Mira cariño lo que un poeta me escribió un día. Me regaló su amor hecho poesía. Y mientras le recitas mis versos, que aún serán tuyos, mirarás a tu hija y comprenderás lo mucho que yo te quería.

(Hay momentos en que la poesía vuela de mis labios y ya no es mía. Hay momentos en los que los versos escapan a la vida y son tuyos. Se mecen en tus labios y descansan para siempre en tus caderas).

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