domingo, 23 de marzo de 2014

SILENCIOS

Abrió la puerta con un halo de tristeza oculto tras la timidez de una sonrisa preciosa. Allí estaba, la belleza esculpida en el cuerpo de una mujer, la mujer que yo amaba. La melancolía mirando desde sus inmensos ojos acaramelados que me acariciaban con una mirada cohibida. ¡Como deseaba besarla, que mis labios dibujasen la felicidad en la intimidad de los suyos!, pero no quería que mi deseo hiriese las lineas perfectas de su espera, que la pasión que desborda mi corazón inundase su tristeza como una riada de sentimientos dulces que no cesa. El momento era íntimo, casi se podía tocar la timidez de su sonrisa y mi corazón palpitaba al son de su amor adormecido. No podía apartar mi vista de su rostro, sus mejillas sonrosadas, sus labios perfilando notas de una tristeza contenida, su pelo enmarañado, sus ojos apagados por la pena. ¡Que bella!. Podía haberle recitado los versos que mi corazón destila de su ausencia, podía regalarle mil caricias que guardan su recuerdo en mi memoria; pero no, solo permanecí quieto, extasiado en la belleza que manaba de cada uno de sus gestos, no quise decir nada que pudiese lastimarla, solo quería que su corazón fuese mío sin prisas, a tientas. Que sus besos, cautivos en unos labios que despiertan mi deseo volviesen a ser míos para siempre, sin horario de visita, sin mendigarlos a las puertas de un amor que ha florecido a lo largo de un tiempo que se ha hecho un instante.La miraba, y no podía hacer otra cosa que amarla, que el silencio se hiciese melodía con el sabor de sus palabras tiernas, que sus ojos me regalasen miradas encendidas, que su corazón pronunciase mi nombre con descaro y ternura. Y continué admirando su silencio, hermoso como los sueños prohibidos, dulce como un beso sentido, triste como un perro perdido. Mi sonrisa se reflejó en su iris como una cascada de amores mudos que lo dicen todo con una sola mirada, y mientras ella cerraba la puerta el silencio se hizo lágrimas de soledad y me alimenté con la belleza serena de un silencio que gritaba: "Te amo".


DE UN ENAMORADO A SU AMOR

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