Soy la fatalidad, cabalgando desbocada sobre una estela bañada con la sangre de todos aquellos que osaron retarme. Soy el aliento del dragón devorando enemigos en el campo de batalla inmune a las suplicas y el perdón. Soy el guerrero desprovisto del miedo derribando cientos de oponentes y bañándome en su sangre impía. Soy la fría espada del destino cercenando ideales con la crueldad de un asesino sin corazón. Soy la muerte que busca victimas entre las jaurías de los hombres sin conciencia, y esta noche he venido a buscar tu alma inmortal y saciar mi sed de gloria con tus restos putrefactos. Podrás huir pero te daré caza sin tregua hasta saciarme con tu miedo, podrás suplicar pero tus palabras se perderán en los confines del tiempo para siempre. Podrás luchar pero tu valor será devorado por el horror de mis ojos negros y el terror de mi alma vacía. Soy la muerte y no puedes hacer nada para detenerme.
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