Por mucho que una zorra se vista de seda seguirá siendo una zorra, porque el hábito no hace al monje. Aunque un lobo se ponga una piel de cordero nunca podrá serlo porque sus instintos son los de devorar al pobre cordero. Una buena acción no hace una buena persona como una lágrima no siempre acaricia una tristeza. Un corazón roto nunca dejará de latir del todo porque siempre habrá alguien por quien hacerlo. Unas palabras sinceras no pueden enmascarar una vida de mentiras como una noche sin luna no puede escapar del amanecer que la persigue, de la luz del día que la besa sin prisa. Una mujer sin corazón no puede darte su amor como una prostituta no puede regalarte su devoción. Un abrazo hecho con las hebras del cariño no puede desterrar el dolor de las palabras escritas en los labios de la ignorancia. Un amor verdadero no se puede matar solo por deporte, para hacerle una autopsia y estudiar que tenía dentro. Un sueño no puede ejecutar a la realidad, pero a veces la sentencia a muerte. Un adiós puede borrar de tu mente todos los "holas" del mundo. Una noche de sexo puede durar toda una vida, y otras veces todo el sexo del mundo durar un instante. Un beso puede darte lo que nadie te dio, y una mirada regalarte todo lo que una vez se perdió. Una manos dulces pueden hacerte perder el alma, y una mala mujer perder el cielo. Un suspiro puede llevarte hasta el paraíso y una traición hacerte vivir en el purgatorio. Una sonrisa puede curar el olvido como una mentira ahogar tu alegría. El tiempo puede sanar todas las heridas pero solo puede poner tiritas a los más dolorosos recuerdos. Un amigo es el mayor consuelo pero ni tan siquiera su amistad puede impedir que vayas de duelo cuando la vida decide ser una puta arrogante. La belleza alimenta el deseo pero un corazón puro regala una vida con cada latido. Un grito no acalla a la razón pero si que cercena de un golpe la más sobria educación. Dicen que las palabras no pueden matar pero cuando disparas con ellas causas heridas que nadie puede curar. La violencia nunca es una solución y cuando la pones en práctica hieres de muerte las entrañas de la razón. Hay mujeres dispuestas a morir por amor que viven con hombres que no saben que ellas tienen un corazón, pero yo las miro a los ojos y puedo sentir su pasión. Yo que he vivido de mentiras ahora sé valorar la verdad, por eso ya no me enamoro de mujeres que no saben besar, de corazones que escatiman el cariño para no embarrancar, de pasiones que no saben amar, de vidas que por más que las mimas solo saben llorar.
Hay tanto por lo que vivir que aún me asusto de aquel día que me sentí morir, que quise que mi vida volase para siempre al cielo de los enamorados para acompañar a un amor que había muerto asesinado por la frialdad de unas palabras necias y el egoísmo de unos actos miserables. Nunca pensé que tú no valías la pena y que tu amor no alimentaba mis días. Ahora me vienen a la mente tantas frases que me han hecho daño y tantos momentos que me han herido en lo más hondo de mi ser que por fin entiendo porque debía de dejarte de querer. Te miro y me das pena, una pena tan profunda, que siento lastima de lo que eres y de como acabará tu vida. Y lo que más siento es el tiempo perdido que ya nunca podré recuperar, porque me hiciste soñar con sueños que no eran verdad, y eso es algo que no te perdonaré jamás. El tiempo es un juez que viste la toga de la paciencia, por ello recuerda que en algún momento y en algún lugar, dictará sentencia a tu vida, y alguien a quien tu ames ejecutará esa sentencia. Será entonces cuando entenderás lo que yo sufrí y lo que yo te amé. Me alegró mucho de no estar ahí para verlo porque no hay nada más triste que ver morir un sueño. Es casi tan triste como verlo convertido en pesadilla.
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