miércoles, 9 de julio de 2014

MOMENTOS

Hay momentos preciosos que viven atados a tu memoria como ramilletes de azucenas engalanando el paso del tiempo. Que cuando vuelves a ellos huelen a gloria bendita. Son momentos que no piden un canon por permanecer a tu lado, momentos que cierras los ojos y puedes sentirlos retozar en tus manos. Hay momentos que merece la pena volver a vivirlos, por lindos, sinceros y humanos. Tengo muchos momentos prendidos en el recuerdo como guirnaldas que engalanan felicidades pasadas, que paseo por sus orillas y la alegría me moja los pies y mi corazón tirita presa de sentimientos lejanos. Ahora que vivo feliz, alejado de una vida que se fue porque se cansó de sufrir, ahora que beso los labios de un sueño hecho mujer, que mis versos se dejan querer, ahora es cuando esos recuerdos pasean su excelsa belleza por mis días como niños pequeños y traviesos que juegan con mi olvido, pero me traen recuerdos tan hermosos que el tiempo huele a hierba mojada y "sonrisas ilusas". No me puedo permitir el placer de olvidar porque entonces de nada me habría servido aprender, pero me han enseñado tanto sobre la vida y la falsa amistad en los últimos meses, que he adquirido demasiados conocimientos innecesarios y dolorosos, conocimientos que me han hecho huir como alma que lleva al diablo, y volver a los momentos pasados que solo me regalan recuerdos cuajados de imágenes preciosas, de frases que saben a vainilla y caramelo derretido, a mujeres que cuando besan no existe el olvido. Ahora que ya no me duele el presente, puedo regresar al pasado, a vivir épocas donde el amor paseaba su esbelta figura por mis días como una dama de moral relajada que me regalaba caricias cada mañana. Donde el sexo era un placer de diario y las noches tenían grabados nombres de mujer que nunca podrán ser olvidados, por dulces, tiernos y cálidos. Mi vida está llena de instantes maravillosos que se bañan en mi memoria y juegan con mi felicidad a médicos y enfermeras, que cuando pasan dejan un aroma a pan recién hecho y un sabor a helado de chocolate negro, que los miras y te hacen cosquillas en el corazón y solo puedes reír.
Ahora que mis sueños han vuelto de una guerra de amores frustrados, heridos pero vivos, que mis sentimientos han dejado su huelga de hambre, ahora que mis recuerdos vuelan muy alto y casi pueden tocar el cielo de los enamorados me puedo permitir el lujo de volver a soñar. Ahora que mi amor vive en el este, y el tiempo pasa despacio puedo pasear por el páramo infinito de mis recuerdos y conversar con ellos sobre el tiempo que se fue pero me dejó un glosario de mujeres hermosas, de palabras preciosas y momentos inolvidables. Ahora que mis recuerdos han tomado mi mano, ahora que casi puedo sentir que ya te he olvidado, ahora que ya apenas recuerdo todo lo que te he llorado, ahora que mi corazón juega con otros corazones, ahora que vivo en el regazo de verdaderos amores, ahora ya puedo vivir de nuevo, con mis recuerdos y mi pasado.

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